La Fundación Theodora es una organización formada por payasos, malabaristas y magos que utilizando cada una de sus habilidades, trabajan en distintos hospitales con el único objetivo de aliviar el sufrimiento de los niños hospitalizados a través de la risa, juegos y trucos de magia.

Todos estos artistas profesionales, llamados los "Doctores Sonrisa" reciben con anterioridad una formación a cargo de la Fundación para poder desarrollar correctamente esta actividad, que no consiste en otra cosa más que en intentar hacer olvidar a los niños hospitalizados por unos instantes, que están allí.

Las fotografías que veréis a continuación, son una serie de retratos extraídos de un reportaje mucho más amplio que realicé sobre la labor y el trabajo de estos "Doctores Sonrisa" por diferentes hospitales de la Comunidad de Madrid.

Ver la cara de Miguel, Rocío o Mario, ingresados algunos desde hacía semanas, mientras observan un truco de magia, o intentan por ejemplo resolver una adivinanza... o simplemente cómo se quedan ensimismados contemplando una simple pompa de jabón... fue algo que a mí personalmente me dejó un poco "tocado". Aquí lo comparto con vosotros:



















6 comentarios:

Daniel Casares Román dijo...

Bueno, antes de nada, deciros que en el texto que encabeza esta entrada, en el primer párrafo, si os vais a la palabra "Fundación Theodora" enlaza directamente con la página web de esta Fundación.

El reportaje trataba sobre los "Doctores Sonrisa" desde que empiezan a maquillarse, hasta que se despiden de los niños hasta el día siguiente.

Las fotos se hicieron con soporte digital, el objetivo que utilicé fue un 80-200 que por cierto me dejó Ana, la cámara por cierto me la prestó Gemma, las tarjetas de memoria me las dejó Juan Carlos...

Todas las tomas las quise hacer con luz natural, sin utilización de flahs, ajustando la sensibilidad a 1600.

La dificultad más grande que se planteó en este trabajo fue conseguir los permisos pertinentes para poder hacer y posteriormente utilizar las fotografías. Ya que se trataba de menores de edad y además hospitalizados. No bastó sólo con la autorización por parte de la dirección de los distintos hospitales, y la autorización de los padres (que siempre se debían encontrar en la habitación a la hora de la toma) también fue necesaria una autorización por escrito por parte de la Fiscalía de los Juzgados de Madrid, Sección de Menores.

Fuera del engorro burocrático, sólo había que quedarse "un paso atrás" y dejar que los "Doctores Sonrisa" hicieran su trabajo.

Cada vez que entraba en una nueva habitación, siempre iba buscando ángulos, encuadres... en fin, lo típico que todos los fotógrafos hacemos pero, la verdad, la única verdad es que sólo hay una imagen capaz de contar con un sólo "click" todo lo que significa el trabajo, tiempo, energía y esfuerzo de la Fundación Theodora.

No hay otra imagen capaz de "decir" tanto como ese primer plano concreto y directo de los niños embobados al escuchar la música de la Doctora Zepi, de risa por haber adivinado aquel acertijo o de sorpresa al mirar el truco de mágia de la Doctora Cariburí.

Lo tuve tan claro desde la primera habitación que a la vuelta me encontré con esta colección de primerísimos primeros planos que tan bien le viene a mi proyecto.

A mí personalmente cualquier otra foto me sobra

Revinhood dijo...

imagino que debio ser un trabajo muy gratificante. los niños nos suelen tocar la "fibra" mas sensible.
y no optaste en ningun momento por un encuadre mas abierto en el que se viera realmente el "contexto" de la situacion, es decir, lo que rodeaba a los niños, las camas de hospital, goteros, los propios payasos, etc...

Raquel dijo...

La verdad es que una fundación como ésta no se merece otra cosa que una gran admiración por la labor que hacen, igual que aquellos que nos dan a conocer y nos muestran su trabajo, como tú. Todas las fotos que pusiste son extraordinarias, pero he de reconocer que me gusta, especialmente, una en la que aparece un niño mirando, con una gran sonrisa en la cara y una mirada de ilusión, a la mujer que aparece en primer plano. Les hace seguir siendo niños.

Daniel Casares Román dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Raquel, si tuviese que elegir una sola foto, sería justo esa: La de Mario escuchando atentamente a la Doctora Cariburí, la mirada de ese niño es increíble.

Veréis, hay trabajos donde uno (pienso) tiene, debe o puede hacer un ejercicio de composición, agudizar el ingenio, intentar "darle una vuelta de tuerca al tema" etc... pero hay otros, como este, que... en fin... déjate de intentar grandes ejercicios de luz, déjate de intentar crear... hay veces que el creativo se puede quedar esperando aparcado en la puerta, y dar paso a algo más "simple" como actuar como un mero... testigo, notario, llámenlo cómo quieran.

Hay temas en los que no hay que esforzarse en hacer algo increíble, porque lo increíble ya está pasando. En ese tipo de situaciones... aprieta sólo el botón!

Laura Herrera dijo...

Daniel, que decirte...precioso proyecto, muy bellas imágenes. Un placer descubrir tu trabajo, un abrazo desde Cadiz.

SolBarreto dijo...

"O sorriso puro e sincero de uma criança, nos faz acreditar que tudo é possivel na vida, que todo mal tem um fim e que todo bem perdura."
Onde trabalho tambem existe um projeto dos "Doutores d Alegria" e assim como você tambem os admiro.
Deculpe a xeretisse, mas de verdade gostei muito das suas imagens, da sua ideia e faço fotos que seu projeo va adiante, vejo ele com um sucesso garantido!