4 comentarios:

Daniel Casares Román dijo...

Vuelvo al reportaje de los Uros (lo haré en varias ocasiones).

Para los que no lo sepáis, los Uros es un pueblo asentado sobre el lago Titicaca, en Sudamérica. En sus aguas, un archipiélago de unas 40 islas flotantes hechas únicamente con juncos de totora, sirve de refugio, sustento y territorio a este pueblo.

Conocidos como "los pobladores del lago", sus habitantes viven en perfecta armonía, una estrecha relación con éste, su lago, que en otros tiempos les ofreció protección. Hoy, alimento, la materia prima, hogar e identidad.

Para esta gente, el lago es esto y ... mucho más. El lago es casi como un Dios al que veneran. Para que nos hagamos una idea, al lago le otorgan lo que mucha gente le otorga por ejemplo a la Virgen del Rocío (por poner algún ejemplo) por estas latitudes.

El Lago, según ellos, tiene su propia personalidad e incluso hay días en que el lago se despierta enfadado, inquieto, o en calma y sereno.

Un dia al despertar cogimos una de las barcas y nos fuimos a recoger las redes que pusimos la noche anterior. "espero que hoy el lago sea generoso con nosotros y nos ofrezca generoso fruto" dijo Paulo en voz baja, con ese acento andino ...y partimos.

Me quedé con esa frase en la cabeza, es increíble la relación que existe entre los habitantes de este pueblo flotante y "su" lago. Llegamos justo al sitio, directo, como si contáramos con un GPS y él rápidamente empezó a recoger "la maya".

Efectivamente, esa mañana el lago les tenía preparado una gran cantidad de fruto, 7 kilos de peces reyes. Yo estaba haciendo fotos a Paulo recogiendo las redes durante todo el tiempo, todo iba bien pero...... algo me faltaba, no sé, intentaba componer, cambiaba del 28 mm al 50 mm, y nada.... después volvía al angular, no sabía... había algo que fallaba, que no me cuadraba y de repente... jder, se me encendió la luz! lo que fallaba era el punto de vista! el tiro de cámara! me di cuenta que no estaba en la barca, sobre el nivel de la superficie del agua sino debajo! y así fue como tomé esta foto.

No me lo pensé, cogí la cámara y al más puro estilo de Juan Cavallé (ya quisiera yo, Juan!) la metí en la funda (que siempre llevo pero que nunca utilizo) y al agua! y fue así, como el mismo lago, el agua, con su peculiar deformación, me regaló esta imagen.

Dejé que fuese el lago el que dibujara la silueta de este pescador así como el mismo lago ve a este hombre cada mañana, al despertarse, ...a veces enfadado, otras sereno y ese día, al revelar la foto, puedo decir que sin duda ...generoso, y no lo digo por los 7 kilos de pecesreyes, precisamente.

Revinhood dijo...

esta es otra de esas fotos que ya conocia.
me parece una foto excelente, ya no por el encuadre o la originalidad, sino por los "cojo....." de tirarse al agua y tal, una foto realmente "currada".
el reportaje de los uros, para mi, quizas el mas "expectacular" de cuantos te he visto, ojo, he dicho "expectacular" no el mejor. muy vistoso y original, y aun se que queda por hay otra foto de los uros que me encanta, seguro que la subes pronto.

Anónimo dijo...

Esta fotografía crece exponencialmente cuando se conoce la historia que nos relatas. Si ya de por sí tiene bastante mérito (por los santos coj... que tuviste), poder darnos el punto de vista del lago logra persinificarlo aún más. No es Dani el que fotografía, es el lago el que nos permite compartir tu punto de vista cuando le da alimento a "su pueblo".

Agustín dijo...

Erase una vez un trabajo muy currado.......